Convento de San Francisco
Situado a unos 1.500 metros de la villa, fue fundado en 1509 por patronato de don Francisco de Monroy, VII señor de Belvís, y su primera esposa, doña Francisca Enríquez. Sus primeros y únicos moradores fueron frailes franciscanos de la rama de los descalzos, adscritos a la seráfica provincia de San Gabriel, conocidos más tarde como alcantarinos tras la reforma de la orden de San Pedro de Alcántara, quien fue novicio en este convento.
En el año 1523 parten de este convento, a petición de Hernán Cortés, doce frailes franciscanos a la evangelización de las Américas, llegando a San Juan de Ulúa (Veracruz) el 13 de mayo de 1524. Fundaron conventos, hospitales, escuelas e incluso ciudades, llegando a hermanar desde 1991 la ciudad de Huejotzingo (Méjico) con Belvís de Monroy.
Adquirido en 1989 por la Junta de Extremadura, actuales propietarios, y restaurado en parte entre 1991 y 1997, colaborando en ello la escuela-taller creada en Belvís a tal efecto.
Declarado Bien de Interés Cultural, con la categoría de Monumento, en 1994.