Ermita Nuestra Señora del Barrocal
Al este del convento de San Francisco del Berrocal, alzada en lo alto de un cerro erizado de canchos graníticos, y situada a medio camino entre Belvís de Monroy y Las Casas de Belvís, se alza la antigua ermita. Su construcción puede datarse del siglo XIV, aunque es difícil de constatar debido a las importantes modificaciones que ha sufrido a lo largo de su historia.
La tradición asegura que en el lugar que ocupa la Ermita fue hallada la imagen de una virgen negra, que enseguida ganó fama de milagrera en toda la comarca y pueblos del señorío. Acrecentada esta creencia cuando cayó sobre la comarca una pedrisca que asoló campos y cosechas, respetando sin embargo las tierras de Belvís. La imagen de la Virgen del Berrocal se encuentra en su interior, realizada en piedra caliza y vestida con ricos mantos bordados en la antigüedad.
Sigue siendo un lugar de gran culto y peregrinación debido a aquella fama de “milagrera”, celebrando su festividad el Día de la Santísima Trinidad.